Inició en el mundo del fútbol en su lugar de origen, Caucete. A los 6 años su abuela Juana lo llevó a la escuelita del departamento. Su mamá Roxana y su tía Verónica lo acompañaron siempre. Tal cual destaca el jugador "fueron el sostén que uno necesita para poder cumplir sus objetivos".
La familia fue una pieza fundamental para la construcción de su carrera futbolística "mi mamá me llevaba en auto día por medio desde Caucete a Chimbas para entrenar en CEGAMAR. Mi abuela ahorraba y me compraba botines para que nunca me faltara nada" contó Mathias.
Se puede decir que Mathias es un trotamundos desde chico. A los 14 años tuvo una experiencia en el centro de entrenamiento de Jorge Griffa en Rosario, luego jugó en Gimnasia y Esgrima de La Plata, para pasar a Santiago Wanderers de Chile.
Su retorno a San Juan se dio con San Martín inmerso en las inferiores de AFA. “Me enteré lo de San Martín y decidí probar suerte para estar cerca de mi familia. Por suerte se dio y se sumó a que mi familia estaba viviendo en Capital y el club no me quedaba tan lejos. Pero el sacrificio de estar lejos siempre lo hice. Pero desde chico siempre tuve mis objetivos en claro”, expresó el volante.
Pese a estar en San Juan con la contención de su familia, no todo era color de rosas. “En San Martín se hacía muy duro cuando jugábamos de visitante en AFA. Hacías más de 16 horas de viaje para jugar 90' de fútbol. Pero hizo darme cuenta que la pasión iba creciendo y tenía más en claro lo que quería”, dijo Mathías.
El deporte deja muchas amistades y Mathías lo resalta como una de las cosas más lindas del fútbol. Se crio con Zacarías Moran Correa en Caucete “compartíamos muchos momentos juntos y jugábamos en la plaza del barrio todos los días hasta que tuvo la posibilidad de irse a River. Son amistades que uno las guarda y las tiene en el corazón”.
Además, el sanjuanino mencionó a otros dos crack del fútbol argentino. “En Rosario compartí equipo con Giovanni Lo Celso, en Gimnasia dormía con Maximiliano Meza era mi compañero de habitación, mientras que en Paraguay destaco a Renatto Mensi que jugó en Cerro Porteño”.
Entre los rivales que más le costó marcar en inferiores destaca a dos jugadores: Chimy Ávila y Augusto Solari. “Solari tiene mucha técnica y jerarquía, fue muy difícil marcarlo. En reserva contra San Lorenzo el Chimy Avila me volvió loco es muy dinámico, totalmente diferente a la hora de hacer un desmarque era muy difícil de marcarlo porque tiraba diagonales constantemente”.
¿Cómo llegó a Europa? Tras jugar en San Martín el caucetero pasó por Del Bono y Tiro Federal de Morteros. En el equipo del Torneo Federal se destacó, lo contactó un representante y lo llevó a probarse a Europa.
“Fui al Club Deportivo Cabecense de España en Sevilla en el cual estuve jugando en división menor y pudimos lograr el ascenso a tercera división. Después otro representante me preguntó si me interesaba jugar en República Checa a la tercera división del fútbol y me interesó porque el COVID atacó a España. Yo llevaba mucho tiempo parado y quería jugar. No dude, firmé el contrato hasta junio 2021 y es una oportunidad muy grande que me ha dado la vida para crecer como profesional y persona”, confió Longo que volvió a España y realizará su debut este fin de semana.
Su camino no fue sencillo y para ello tiene una frase que lo acompaña “El éxito no está en la zona de confort de uno”.
Su amor por el fútbol y perseverancia estuvieron siempre “todos mis compañeritos fueron seleccionados para hacer divisiones inferiores de clubes de primera división: River, Lanús, Tigre, San Lorenzo, Gimnasia, y nunca me tocaba o llegaba esa oportunidad, pero esa fue mi motivación. Me preguntaba ¿por qué a ellos les pasaba y porqué a mí no? Pero seguí trabajando. Con perseverancia y resiliencia lo logré”.
