Hace tres años el voleibol argentino viviría un día puro de emoción y lágrimas. Uno inolvidable para el deporte argentino. La Selección Sub 23 le ganó a Rusia por 4-2, con parciales de 15-10, 15-11, 16-14, 14-16, 13-15 y 15-9, consagrándose por primera vez como campeón del Mundo en cualquier categoría del vóley.
El torneo fue histórico por donde se lo mire. Se jugó en un formato distinto. Se disputaba al mejor de siete sets de 15 puntos. Además, Matías Sánchez se consagró como mejor armador y Germán Johansen obtuvo el premio de MVP.
Argentina jugó un partido casi perfecto. El primer set realizó un gran trabajo de ataque para quedarse con el partido por 15-10. En el segundo parcial, Argentina sacó una ventaja rápidamente y también se impuso por 15-11 para adelantarse 2-0.
El tercero fue el más parejo, Argentina lo ganó 16-14 para quedar 3-0 a tan sólo un set de la consagración. Pero Rusia no se daría por vencido tan rápido y ganó los siguientes dos set, el primero por 16-14 y el segundo por 15-13.
Por como arrancó el sexto set parecía que Rusia iba a igualar el partido. Los rusos se mantuvieron arriba hasta el 7-5, pero Argentina trabajó mejor el contraataque y de la mano de Melgarejo pasó al frente 11-9. En esa misma rotación, una genialidad de Sánchez lo dejó match ball y, finalmente, un error ruso sentenció en 15-9.
El plantel campeón: Matías Sánchez, Gaspar Bitar, Germán Johansen, Gastón Fernández, Agustín Loser, Liam Arreche, Edgar Vieira, Brian Melgarejo, Jan Martínez, Ignacio Luengas, Andrés Arduino, Santiago Danani. Técnico: Camilo Soto. Asistente: Gonzalo Barreiro. Doctor: Gustavo Ricciardi. Estadístico: Elian Quintans. Jefe de Delegación: Juan Sardo.
