Ayer por la tarde, San Martín recibió en su casa a Tristán Suárez. El partido correspondió a la fecha 30 de la Primera Nacional. Lo más importante para los hinchas, es que el equipo volvió a la victoria y lo hizo con goleada. Pero en CARASUCIAS haremos foco en lo que para nosotros es un verdadero triunfo.
En un cierto momento del encuentro, más bien cerca del final, cuando los tres puntos estaban asegurados, este hecho particular se concretó: cinco de los once jugadores del Verdinegro provenían de la cantera y sumaron minutos.
En el fútbol de hoy en día, con todas sus características (en las cuales no nos explayaremos), no es habitué observar algo por estilo. Cerca del final del cotejo, por el verde césped del estadio Hilario Sánchez pasaron Francisco Álvarez (21), Matías Giménez (22), Franco Aguirre (21), Leandro Regalado (19) y Gastón Vega (21).
De izquierda a derecha: Franco Aguirre, Leandro Regalado, Matías Giménez, Francisco Álvarez y Gastón Vega.
En este caso, Álvarez y Giménez forman parte del esqueleto principal del director técnico. Y últimamente Vega se está ganando la titularidad. Aguirre ingresó al minuto 81, en lugar de Pablo Ruiz; y Regalado lo hizo a los 88’, cuando reemplazó a Berterame.
Haciendo hincapié en la juventud que el Verdinegro intenta impregnar en la plantilla principal, también debemos mencionar otros ejemplos. Kevin Humeler (24) fue el golero suplente de la nómina (Corti fue el titular). Juan Requena (22) estuvo en el banco, pero no ingresó. Mauricio Vera (23) entró en los últimos minutos, al igual que Braian Nellen (22). Al igual que Juan Villagra (21), que le tocó suplir a la gran figura Rescaldani –porque marcó dos de los cuatro goles-.
Un dato más. De los 18 citados por parte de Villalba, exentrenador de la Reserva de River, sólo 5 jugadores superaron los 30 años. Fue el caso de Leonardo Corti (arquero de 40 años), Gonzalo Prósperi (defensor de 36), Martín Rivero (mediocampista de 31 años), Pablo Ruíz (mediocampista de 34) –todos estos titulares- y Francisco Mattia (defensor de 33 años).
Lo sucedido es un buen síntoma de cara al porvenir de las juveniles sanjuaninas. En otros casos, como en Peñarol y Desamparados, poco a poco también los pibes van ganándose su espacio. Si bien aún falta mucho por trabajar, ver resultados en el trayecto, genera esperanza para transitar lo que sigue en el camino.
Fotografía: Club Atlético San Martín (Prensa)
