Serbia es una de las potencias a nivel mundial y los errores mínimos terminan costando caro. Argentina tuvo un buen rendimiento planteando ofensivas rápidas al igual que su rival, pero la poca eficacia desde el perímetro y el 13 de 23 en tiros libres, terminaron de sentenciar lo que fue una derrota de los albicelestes por los cuartos de final.
El primer tiempo mostró total paridad en el tanteador hasta el último minuto del segundo cuarto. Juan Fernández estuvo iluminado y fue la bandera del equipo tanto en lo anímico cómo en lo basquetbolistico. Acompañado en el goleo por Rodríguez y Díaz, Argentina jugó de igual a igual con una defensa asfixiante. Sobre el final algunas desatenciones defensivas dónde liberaron a Jovic provocaron los seis puntos de diferencia para irse al descanso abajo en el tanteador.
Durante el tercer cuarto, los de Farabello no tuvieron un buen comienzo y eso generó la máxima diferencia de los europeos dónde poco a poco impusieron su talla e ideología para sacar 18 puntos.
A pesar de eso, Argentina no se rindió y lucho hasta al final. Con una zona press en cancha completa recupero algunas pelotas para ponerse a 6 unidades a falta de 1,50. En este trámite del juego, cuando parecía que los Albiceleste recuperaban la pelota, sonó el silbato del juez principal pitando una falta inexistente que Serbia concretó con anotaciones. Nuevamente a remar contra la corriente y pensar en el milagro que no llegó, pero que dejó tranquilos a todos por el gran rendimiento que mostraron en el campo.
Sin dudas la figura del encuentro fue Juan Fernández quien anotó 33 puntos y bajo 16 rebotes, pero el corazón del equipo también es para destacar.
Ahora los jóvenes disputarán partidos para ubicarse en la mejor posición entre el 5to y 8vo puesto.