El 28 de agosto de 2004 no es una fecha más en el deporte argentino. Un grupo de 12 jugadores logró un hito histórico y puso la bandera del país en la cima, consagrándose como campeones olímpicos tras vencer en la final a Italia, sumándose a Estados Unidos y las ex naciones de la Unión Soviética y Yugoslavia en la lista de países que obtuvieron la medalla de oro.
El camino durante la competencia no fue fácil. Para gritar campeón tuvieron que dejar atrás a grandes potencias como el local Grecia, Estados Unidos e Italia. Pero también, el camino de los jugadores para llegar a ser los mejores tampoco fue fácil, este grupo de deportistas durante las divisiones formativas tenían una conducta de entrenamiento y sacrificio en sus clubes que les permitió desarrollar las diferentes carreras que tuvieron. En este sentido, remarcamos y empoderamos las palabras brindadas por Rubén Magnano, entrenador de la Generación Dorada, que destaca “el club es la célula principal de esto, los clubes son molinos de viento ante la tempestad y siguen generando energía”.
En el inicio, los jugadores dieron sus primeros pasos en el básquet profesional en la Liga Nacional, donde continuaron con su desarrollo como basquetbolistas. A continuación, repasamos el inicio de la carrera de los 12 héroes que se colgaron la presea dorada en Atenas 04.
Juan Ignacio “Pepe” Sánchez: Se inició en las categorías formativas de Club El Nacional, un club ubicado cerca de la casa de su abuela en Bahía Blanca. A los doce años se fue a jugar a Club Bahiense del Norte, teniendo como compañero a Emanuel Ginóbili. Con solo 17 años,, se trasladó a General Roca para formar parte del equipo Deportivo Roca, con el que disputó la temporada 1994/95 de la Liga Nacional de Básquet de Argentina. Al año siguiente retornó a su ciudad para continuar su carrera en Estudiantes de Bahía Blanca. Ese mismo año recibió una oferta de la Temple University de los Estados Unidos, la cual aceptó pero luego de finalizar su participación en la Liga 1995/96.
Emanuel Ginóbili: Sin lugar a dudas el ejemplo de perseverancia y sacrificio. Dio sus primeros pasos en Bahiense del Norte, y a pesar de que nunca fue un jugador reconocido durante las formativas, como si lo fue Pepe Sánchez, nunca bajó los brazos. Después de quedar fuera del seleccionado de Bahía Blanca, Manu continuó entrenando para seguir progresando, esto le permitió tener la posibilidad en Andino de La Rioja y jugar la Liga Nacional. Su paso por la Liga duró tres años, donde debutó y jugó su primera temporada en Club Andino de La Rioja y luego pasó al club de su ciudad natal, Club Estudiantes, donde jugó dos temporadas antes de marcharse al básquet italiano.
Alejandro Montecchia: Comenzó a jugar oficialmente a los 9 años de la mano de su hermano Diego, quien lo llevó por primera vez a Bahiense del Norte. El Puma vistió la camiseta amarilla, con vivos rojos y azules hasta los 17 años. Tras sus buenos rendimientos, emigró a Sport Club Cañadense para debutar en la Liga, posteriormente, vistió la camiseta de Olimpia de Venado Tuerto y luego en Boca, para dar el salto al viejo continente.
Fabricio Oberto: el cordobés de Las Varillas, a la edad de 17 años decidió probar suerte en Atenas, uno de los clubes más tradicionales en el básquetbol argentino, y fue seleccionado, empezando a jugar profesionalmente a fines de ese año, 1992. En 1998, después de haber sido elegido Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, fue transferido al Olympiacos Pireo griego, empezando su experiencia europea que más tarde lo llevaría al club español TAU Cerámica.
Leonardo Gutiérrez: Debutó profesionalmente en Olimpia de Venado Tuerto el 10 de diciembre de 1993 con 15 años de edad ante Santa Paula de Gálvez en un encuentro correspondiente a la temporada 1993-94 de la Liga Nacional. En Olimpia disputó cinco temporadas, destacando la 1995-96 donde consiguieron el título. En 1998 llega a Atenas de Córdoba, vigente campeón nacional, donde logra su segundo título a nivel personal, la Liga Nacional de 1999,15 jugando un promedio de 20 minutos por partido y marcando 6,37 puntos de promedio.16 Tras dos temporadas más en el club, en 2002 obtiene nuevamente la Liga Nacional con "el griego",17 jugando 35 minutos de promedio y marcando 15,57 puntos. Tras esta temporada, pasó al básquet europeo.
Gabriel Fernández: Empezó a jugar básquet por la influencia de su padre histórico de Argentina de la década de los 80 Rubén Fernández, en 1992 se enfrentaron en un partido de la liga metropolitana, fue uno de los jugadores de la Generación Dorada en integrar la selección en 1995 antes del resto, como novedad en un sudamericano en Montevideo, siendo el único jugador de la época en jugar primero en la selección que en la liga nacional, inmediatamente fichó en Ferro y se fue ganando el lugar hasta pasar a Boca y ganar su primer título de Liga Nacional de Basquet con 20 años, después paso a Estudiantes de Olavarría donde se convierte en figura y protagonista de la Liga ganando 4 títulos en un año, jugando ese año las finales contra el propio Boca que lo dejó ir, listo para emigrar a Europa.
Hugo Sconochini: El santafesino fue el capitán de aquel gran equipo, nacido en Cañada de Gómez, también honró al club de la ciudad, donde realizó las divisiones formativas y logrando debutar con Sport Club Cañadense en la Liga Nacional, a pesar de sus 17 años, un reclutador del viejo continente observó grandes cualidades en él y decidió ficharlo para el Viola Reggio Calabria, donde comenzaría su incursión en Europa.
Luis Scola: el que más veces vistió la camiseta de la selección, Hijo del jugador Mario Scola, tuvo su inicio deportivo en el Club Ciudad de Buenos Aires, donde comenzó a jugar de muy pequeño, desde los 6 años de edad. En 1987 paso a jugar en el Club Afalp, de su ciudad natal, Ciudad Jardín Lomas de Palomar. En 1995, a los 15 años, llegó a Ferro Carril Oeste, donde se formó y jugó, siendo uno de los más jóvenes en debutar en la máxima categoría del básquet argentino, disputando sus primeras tres temporadas de forma profesional. Sus grandes condiciones fueron captadas por reclutadores del Tau Cerámica donde sería el comienzo de una gran historia para el actual capitán de la selección Argentina.
Walter Herrmann: poseedor de un gran talento, dio sus primeros pasos como jugador en Olimpia de Venado Tuerto, su ciudad natal, sus buenas cualidades fueron vistas por Ruben Magnano, quien entonces era entrenador de Atenas de Córdoba. En el griego cordobés integró uno de los mejores planteles de la historia de nuestra liga, ganando prácticamente todo con el verde. Tras sus grandes actuaciones, el rubio de Venado Tuerto, emigró en el 2002 a Fuenlabrada, donde iniciaría su carrera en el viejo continente.
Andrés Nocioni: el oriundo de Galvez, dio sus primeros pasos en el club de barrio, más precisamente en el Club Ceci. Luego, el club Unión de Santo Tomé observó sus cualidades físicas y basquetbolísticas y lo fichó con 15 años. El chapu siempre recuerda sus primeros pasos, a su primer entrenador y sus compañeros. Luego El eterno guerrero comenzó su paso en Racing de Avellaneda, allá por 1995. Olimpia de Venado Tuerto e Independiente de Pico lo disfrutaron en la Liga Nacional hasta su salto al Baskonia en 1999.
Carlos Delfino: Comienza a jugar a la edad de 6 años cuando su abuelo Carlos Felipe le construye una canasta en el patio de su casa. "Siempre fui un apasionado. Tal es así que de chico, cuando a la noche mi padre me mandaba a la cama, yo esperaba que todos en la casa se durmieran y a oscuras, en mi cuarto, jugaba con la pelota y un pequeño aro que tenía colgado en la pared", recuerda Delfino. Realiza las divisiones formativas en el Club Atlético Rivadavia Juniors. Su talento lo llevaría rápidamente a seleccionados de su provincia en los Campeonatos Argentinos de las diferentes categorías por las que iba pasando.
Luego de un corto paso por Club Deportivo Libertad de Sunchales jugando la Liga "A", Carlos retorna a Unión de Santa Fe para destacarse en el club de sus amores jugando la liga "B".
Al finalizar la temporada y todavía sin cumplir 18 años, Carlos decide seguir su carrera en el Viola Reggio Calabria de Italia donde juega 2 años
Rubén Wolkowyski: Apodado el colorado, uno de los primeros representantes argentinos en llegar a la NBA, pero antes dio sus primeros pasos en nuestra Liga Nacional. Nacido en Chaco, el “Colo” comenzó a jugar en un pueblo cercano a la capital, luego emigró a Mar del Plata para jugar por 4 temporadas con Quilmes. Tras su paso por el cervecero llegó a Boca para defender la camiseta xeneize por dos temporadas y finalmente cerró su etapa en Liga, con la camiseta del Bataráz, Estudiantes de Olavarria.
Sin lugar a dudas este grupo de jugadores son el ejemplo de que con sacrificio, fuerza de voluntad y humildad se logran grandes sueños.
